"Un ejército sin espías es como un hombre sin ojos y sin oídos"
Chia Lin, citado por el maestro Sun Tzu en "El arte de la guerra"
Según informa El Confidencial Digital, el ministerio de Defensa firmó en la etapa de Carme Chacón un contrato de 6 millones de euros con Indra para proveer al Ejército de Tierra de nuevos inhibidores de frecuencia que se instalarían en los vehículos enviados a Afganistán y Líbano. Más de dos años después de aquella compra, los dispositivos están inutilizados.
“Son inútiles, no sirven”. El contrato fue adjudicado el 14 de diciembre de 2009 y los primeros inhibidores llegaron a lo largo de 2010. El objetivo de Defensa con esta adquisición era acabar con los problemas de interferencias que originaban los inhibidores que fabricó la empresa coruñesa Electrosoni S.L. Sus dispositivos provocaban dificultades en las comunicaciones de las tropas que viajan a bordo de los vehículos. Fue necesario instalar hasta diez filtros por vehículo para terminar con estos inconvenientes.
Indra, por tanto, diseñó un inhibidor que, en teoría, iba a acabar con las interferencias. Los primeros dispositivos fueron instalados en algunos RG-31, BMR, VAMTAC y LMV, que posteriormente serían enviados a Afganistán. Pero durante los ensayos se percataron de un grave problema.
Según las fuentes consultadas, el inhibidor de Indra supera ampliamente en potencia a sus predecesores y sigue interfiriendo en los sistemas de comunicaciones de los vehículos. Por tanto, la puesta en marcha del inhibidor inhabilita la frecuencia de radio. Tierra dio orden inmediata de no enviar a zona de operaciones ninguno de estos inhibidores y solucionar primero estas interferencias. Hoy, dos años después, los dispositivos se encuentran almacenados sin poder utilizarse. Fuentes de Indra explican, por su parte, que su inhibidor neutraliza varias frecuencias a la vez. Es necesario, por tanto, que se instalen filtros para poder utilizar las radios. Vamos, todo un éxito.
Medio centenar de carros de combate Leopard despiezados y almacenados. No hay dinero para modernizarlos ni para combustible
Cincuenta y tres carros de combate Leopard se encuentran a punto para 'hibernar' en unas instalaciones que el Ejército de Tierra dispone en Zaragoza. Defensa tenía previsto transformar los carros en lanzapuentes y en vehículos blindados de zapadores, pero no el recorte presupuestario obliga a posponer estos planes durante cinco años.