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El mundo multipolar ya es una realidad: El eje Rusia-China consolida su alianza estratégica a todos los niveles. La UE queda descolocada una vez más. Análisis

Por Elespiadigital
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infoelespiadigitales/4/4/19
miércoles 24 de marzo de 2021, 18:00h

El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, de visita a China, se reunió su homólogo anfitrión, Wang Yi, para abordar la agenda bilateral y asuntos de la actualidad internacional, una cita que marcó una pauta en la consolidación de relaciones de socios estratégicos que unen a Moscú y Pekín.

"La relación de Rusia con China es hoy en día "mucho más dinámica que con la Unión Europea, por culpa del bloque comunitario", constató Lavrov al término de la reunión al reiterar que "la relación con la UE como organismo es inexistente".

“La arquitectura de esta relación ha quedado destruida por decisiones unilaterales de Bruselas. Europa ha destruido los mecanismos creados durante años, del lado europeo solo nos quedan algunos países dispuestos a guiarse por intereses nacionales".

El jefe de la diplomacia rusa agregó que Moscú volverá a fomentar estos lazos sobre una base de igualdad y equilibrio de intereses, cuando Bruselas estime conveniente "eliminar esta anomalía".

"Por el momento, sin novedad en el frente oeste, mientras que en el este tenemos una agenda muy intensa, que se vuelve más pletórica año tras año", destacó Lavrov al tiempo que rechazó que Moscú y Pekín mantengan una política aventurera en lo que respecta a las vacunas anti-COVID.

El canciller ruso dijo que el presidente Vladímir Putin se había expresado de forma inequívoca por priorizar vidas humanas sobre consideraciones geopolíticas e intereses comerciales en materia de vacunas.

"Todo el mundo debería recordarlo, en particular, nuestros colegas de Occidente que se empeñan en presentar a Rusia y China como aventureros de la llamada 'diplomacia de vacunas'. Nada más lejos de la realidad".

El canciller ruso recordó que en este contexto Rusia fue la primera en autorizar en agosto de 2020 el uso de una vacuna anti-COVID, la Sputnik V, desarrollada por el Centro de Epidemiología y Microbiología Nikolái Gamaleya. Los resultados del ensayo clínico de fase III publicados a principios de febrero de 2021 en la revista The Lancet confirman que la vacuna tiene una eficacia del 91,6%. Hasta hoy, Sputnik V fue aprobada por más de 50 países.

Sobre las relaciones chino-rusas, Seguéi Lavrov se mostró convencido de que Moscú y Pekín lo harán todo para "mantenerlas a resguardo de amenazas por partes de naciones inamistosas".

"Lo anterior atañe en particular a las formas del intercambio comercial, los pagos recíprocos y demás aspectos que nos hacen más fuertes", puntualizó el canciller ruso.

En el marco de su gira asiática, el canciller ruso, después de China, visitará Seúl, donde tiene previsto reunirse el 25 de marzo con su colega surcoreano, Chung Eui-yong.

Durante la visita de Lavrov a Seúl se celebrará la ceremonia inaugural del Año Dual Corea del Sur-Rusia, que coincide con el 30º aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas.

En otras noticias

El día 24 de este mes el ministro de Exteriores de China, Wang Yi, inicia una nueva serie de visitas al exterior, que incluye a Arabia Saudí, Turquía, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Omán y Bahréin.

El anunció del viaje del ministro chino a Oriente Próximo y Medio Oriente coincide en el tiempo con la condena colectiva a China por parte de EEUU, Canadá, Reino Unido, Unión Europea, Australia y Nueva Zelanda, por una supuesta violación de los derechos humanos en Sinkiang.

EEUU y sus socios intentan imponer a China una línea de comportamiento confortable para ellos y en dependencia de ello estructurar el desarrollo del diálogo con el gigante asiático.

Rusia y China contra la hegemonía de dólar

Uno de los principales temas de las conversaciones entre los ministros de Asuntos Exteriores de Rusia y China, Serguéi Lavrov y Wang Yi, es cómo contrarrestar las sanciones de EEUU, que utiliza la hegemonía del dólar para afectar a una creciente lista de los países, según los analistas citados por The Global Times.

En una entrevista con los medios de comunicación chinos, Lavrov expresó su preocupación por la creciente presión de Washington hacia las economías soberanas e insistió en la necesidad de buscar alternativas al dólar.

Según el diplomático ruso, para contrarrestar las sanciones de EEUU, China y Rusia deben mejorar su independencia tecnológica e impulsar el uso de sus propias monedas para reemplazar al dólar como unidad de compensación global.

Según escribe el medio chino, la nueva Administración Biden continúa con la política de sanciones de su predecesor, Donald Trump, por lo que muchos países se enfrentan al riesgo de comerciar en un sistema de pagos global centrado en el dólar, que se ha convertido en un arma.

The Global Times admite que por el momento es casi imposible deshacerse de la hegemonía del dólar. Sin embargo, los países pueden encontrar maneras de evitar ciertas sanciones. Los expertos citados por el medio destacan el crecimiento de la desdolarización en ciertas áreas.

"Ciertamente, hay una tendencia creciente a la desdolarización entre ciertos países en determinados intercambios", dijo Dong Dengxin, director del Instituto de Valores Financieros de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Wuhan.

Además, el experto señaló que si bien cualquier moneda, ya sea el yuan o el rublo, no puede por sí sola desafiar al dólar, su uso si "ayudará a evitar algunas sanciones de EEUU".

Tras una campaña de varios años, los esfuerzos de desdolarización de China y Rusia dieron un gran paso adelante: la cuota del dólar en el comercio bilateral se redujo del 90% en 2015 al 46% en el primer trimestre de 2020, cayendo por primera vez por debajo de la marca del 50%, según The Financial Times.

Sin embargo, el resentimiento contra el uso del dólar como un arma por parte de Washington es profundo incluso entre sus aliados en Europa.

Después de que el gobierno de Estados Unidos impusiera sanciones unilaterales contra Irán en 2019, los países europeos, entre ellos Francia, Alemania y el Reino Unido, anunciaron que utilizarían el euro en sus transacciones comerciales con Irán para eludir las restricciones.

A pesar de que el dólar sigue dominando las transacciones mundiales, si su uso global sigue disminuyendo, también lo hará su dominio, afirman los analistas.

"Hay que recordar que el valor real del dólar está en su amplia adopción, en la confianza de un gran número de participantes en el mercado en un papel que, de otro modo, no tendría ningún valor, una moneda de papel higiénico", declaró Angelo Giuliano, un consultor financiero suizo en Hong Kong.

Aunque no ha habido conversaciones abiertas sobre una cooperación más amplia para la desdolarización y siguen existiendo muchos retos y complicaciones potenciales, la influencia combinada de las monedas de China, la UE y otras economías podría plantear retos sustanciales al dólar.

"Puede que EEUU siga imponiendo sanciones a su antojo, pero si sigue haciéndolo a largo plazo, sólo conseguirá alejar a muchos países y hacer que el dólar pierda su dominio", subrayó Dong.

La cuota del dólar en las transacciones mundiales ha disminuido en los últimos meses, mientras que las del yuan y el euro han aumentado, según un informe de SWIFT de febrero.

Análisis: Rusia y China refuerzan su estrategia tras el empeoramiento de las relaciones con EEUU

Santi Pueyo

MOSCÚ (Sputnik) — Los ministros de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y chino, Wang Yi, se reunieron durante dos días en Pekín en un momento en el que las relaciones de EEUU con Rusia y China se tensaron.

Ha sido una semana movida desde que el presidente de EEUU, Joe Biden, asintiera, en una entrevista a un periodista, a la pregunta de si piensa que el mandatario ruso, Vladímir Putin, es un "asesino". La respuesta rusa al incidente no tardó en llegar: Anatoli Antónov, embajador ruso en EEUU, fue llamado a consultas.

Putin, en respuesta al agravio, le deseó buena salud a Biden y afirmó: "El que lo dice, lo es", y retó al mandatario norteamericano a una discusión en directo, transparente y abierta para que sea el mundo el que juzgue.

Una agenda apretada para todos

Antes de que acabara la semana, el ministro de Exteriores chino Wang Yi y el secretario de Estado norteamericano, Joe Blinken, se reunieron en Alaska donde mantuvieron conversaciones tensas, en las que la parte estadounidense acusó a China de amenazar el orden por sus actuaciones en Xinjiang (uigures), Hong Kong y Taiwán y llegó a advertir que quien no respete el orden mundial se enfrentará a un "mundo más violento e inestable". China respondió mostrando su hartazgo frente a las "injerencias" que EEUU practica, precisamente, en estas mismas zonas.

En un contexto así, Serguéi Lavrov visitó China este lunes 22 y martes 23 de marzo, en lo que parece ser el preámbulo de un giro estratégico común para hacer frente al desafío estadounidense. Ante los medios, Lavrov destacó que Rusia y China fortalecerán la "cooperación estratégica" para hacer frente a la "hegemonía, el acoso y la arbitrariedad".

Además el canciller ruso no escondió que en la reunión mantenida con su homólogo Yi, "ambas partes compartieron su última situación respecto a sus relaciones con EEUU".

No obstante, Lavrov aseguró que el desarrollo de las relaciones ruso-chinas no va dirigido contra ningún país en particular.

"Nuestra relación es abierta y honesta, no como la de algunos países que forman grupos, confabulan e incluso conspiran según incentivos ocultos", declaró.

Por su parte, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, aterrizó ayer en Bruselas para reunirse con la OTAN y el jefe de la diplomacia europea Josep Borrel. Según Washington, el objetivo de la visita de Blinken es "dar un importante discurso sobre política exterior centrado en reconstruir y revitalizar alianzas", además de coordinar sanciones contra China por el tema de la minoría uigur.

Estrategia ruso-china

El portavoz de la diplomacia china Hua Chunying remarcó en una comparecencia ante la prensa que "cuanto más inestable se vuelve el mundo, mayor es la necesidad de que la cooperación entre Rusia y China continúe".

"China y Rusia están hombro con hombro en estrecha cooperación y en firme oposición a la hegemonía y el acoso", declaró Chunying.

Los dos países tratarán de contrarrestar la hegemonía estadounidense a nivel global en un frente que consiste en quitar protagonismo al dólar, una moneda que lleva dominando el mundo financiero desde el final de la Segunda Guerra Mundial y que permite a EEUU aplicar con más o menos éxito su programa de sanciones contra terceros países.

A este respecto Lavrov mencionó en una entrevista con medios chinos: "La realidad nos obliga a delinear una política de desarrollo económico y social que no dependa de los caprichos de los países occidentales".

En ese sentido, el jefe de la diplomacia rusa instó a impulsar las transacciones en monedas nacionales, una estrategia que ya se formuló en varias cumbres de los BRICS.

Además, Lavrov declaró este 23 de marzo en la ciudad china de Guilin que ya hay un mecanismo de intercambio monetario entre Rusia y China que "funciona con bastante éxito".

"De hecho estamos pasando a usar nuestras monedas nacionales con nuestros otros socios principales. Esto es probablemente el dictado de unos tiempos en los que los que crearon el sistema monetario y financiero en el mundo de repente deciden que no están satisfechos con la forma en la que otros países, como la República Popular de China, están usando este sistema que, me gustaría destacar, fue creado por Occidente, y la República Popular de China está sencillamente venciendo a Occidente en su propio campo. Y esto es precisamente el porqué de que estemos viendo esta reacción de EEUU", dijo Lavrov en la conferencia de prensa.

Están por ver los resultados de trasladar la batalla para acabar con la hegemonía estadounidense del campo ideológico al económico-financiero, donde más duele.

Análisis. China y Rusia hacen la pinza a EEUU y piden una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU

Lucas De La Cal

"No importa cuán caótico sea el mundo, la amistad entre China y Rusia no será sacudida". Fueron las primeras palabras anoche de Wang Yi, ministro de Exteriores de China. Su declaración aparece en un comunicado de la agencia china Xinhua justo antes de la intervención de su homólogo ruso, Sergei Lavrov: "El modelo de interacción entre Rusia y China se encuentra en su mejor momento de toda la historia, está libre de ataduras ideológicas, no está sujeto a oportunismos y no se dirige contra nadie". En cambio, Lavrov sí que señaló después a un rival que comparte con su amiga China. "Estados Unidos quiere preservar a toda costa su dominio en la economía global y en la política internacional, imponiendo a todos y en todas partes su voluntad", añadió.

El ministro Lavrov aterrizaba en la ciudad de Guilin, al sur de China, sólo dos días después de la tensa reunión en Alaska entre los jefes de la diplomacia de Pekín y Washington. El encuentro, además, coincidió con las sanciones a China por parte de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y Reino Unido por la represión contra minoría musulmana uigur de la región de Xinjiang. Unas sanciones que, según Lavrov, tanto Rusia como China consideran "inaceptables". Ambos ministros pidieron que más países se sumara a su "fuerte oposición" a las sanciones de Occidente.

"Wang Yi y Sergey Lavrov señalaron que la comunidad internacional considera que Estados Unidos debe reflexionar sobre el daño que ha causado a la paz y el desarrollo mundiales en los últimos años, cesar la intimidación unilateral, dejar de inmiscuirse en los asuntos internos de otros países, y dejar de formar pequeños círculos para buscar la confrontación en bloque", señala un comunicado de Xinhua.

Este martes, los dos ministros de Exteriores han continuado su reunión. Según un comunicado oficial, ambos han discutido el acuerdo nuclear iraní, el proceso de paz afgano, la situación de Birmania tras el golpe militar y el cambio climático. Pero uno de los propósitos de las conversaciones ha sido crear un frente común contra Estados Unidos. Para ello, el primer movimiento es la solicitud que han hecho ambos países para que se celebre una cumbre urgente entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.

"En un momento de creciente turbulencia política global, esta cumbre es particularmente necesaria para establecer un diálogo directo sobre formas de resolver los problemas comunes de la humanidad en el interés de mantener la estabilidad global", reza el comunicado conjunto. El nombre de Estados Unidos aparece en otra nota de la agencia rusa TASS, que cita a Lavrov diciendo que "Estados Unidos está actuando de manera destructiva".

Unas palabras que llegan una semana después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, llamara "asesino" a su homólogo ruso, Vladimir Putin. La agencia rusa también señaló que Lavrov acusó a Bruselas de "destruir" los lazos entre Rusia y la Unión Europea y que Moscú ahora solo tiene relaciones "con naciones individuales de la UE".

También el martes, Hua Chunying, portavoz de Exteriores de China, ensalzó las buenas relaciones bilaterales entre Pekín y Moscú. "Hombro con hombro en estrecha cooperación y firme oposición a la hegemonía y la intimidación, ambos países han sido un pilar de la paz y la estabilidad mundiales", dijo Hua.

Tras la reunión, el ministro ruso puso rumbo a Corea del Sur, donde le espera su homólogo Chung Eui-yong para celebrar el 30º aniversario del establecimiento de los lazos diplomáticos entre los dos países. La semana pasada, fue el secretario de Estado de los Estados Unidos, Anthony Blinken, y el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, los que estuvieron en Corea del Sur -y en Japón- para fortalecer sus alianzas contra el avance de China en la región. En el gigante asiático tampoco se va a quedar el ministro Wang Yi, quien va a comenzar un viaje por Arabia Saudita, Turquía, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Omán y Baréin.

En Pekín el día ha sido completo, ya que el presidente chino, Xi Jinping, ha intercambiado mensajes con su otro vecino de Corea del Norte, Kim Jong-un. La agencia norcoreana KCNA señala que su líder ha pedido a Pekín una mayor "unidad y cooperación" con China frente a los desafíos planteados por las "fuerzas hostiles".

Si no eran pocos los movimientos y dardos de un lado a otro que ha habido en estos días, desde Australia y Nueva Zelanda se han sumado al apoyo de las sanciones de Occidente contra China por las “violaciones” de los derechos humanos de las minorías musulmanas en Xinjiang. "Los abusos incluyen restricciones a la libertad de religión, vigilancia masiva, detenciones en masa extrajudiciales, así como trabajos forzados y controles de natalidad forzados, incluidas esterilizaciones", dice una nota firmada por la ministra de Exteriores australiana, Marise Payne, y la neozelandesa, Nanaia Mahuta.

Anáslisis: El mundo unipolar ha terminado, el momento multipolar ya está aquí

Crhis Faure

Poco después que Joe Biden definiera a Putin como un asesino, Vladimir Putin invitó a Biden a una discusión pública, en vivo y en línea, diciendo que sería beneficioso tanto para los norteamericanos como para los rusos.

Para poner la respuesta de Putin en el contexto adecuado hay que observar el gran contraste existente entre la visita de Lavrov a China y la llamada reunión «estratégica» de Estados Unidos con China a fines de la semana pasada.

Unos días más tarde Putin y el Ministro de Defensa, Sergei Shoigu se tomaban unos días de “vacaciones” en la fría taiga siberiana. Me pregunto si los gobiernos occidentales han descubierto por qué ahora.

Paralelamente el Canciller Ruso visitaba a China. Echemos un vistazo a lo le dijo  Sergei Lavrov a los lideres chinos

- “Consideramos la nueva era de las relaciones ruso-chinas, principalmente en un contexto de un nuevo escenario político internacional. El mundo está experimentando una transformación muy profunda con el fortalecimiento de nuevos centros de crecimiento económico, poder financiero e influencia política.

- Lamentablemente, esta tendencia objetiva, que aboga por el surgimiento de un mundo verdaderamente democrático multipolar, está siendo obstaculizada por algunos países occidentales liderados por Estados Unidos, que desean preservar su dominio de la economía global y la política internacional a toda costa. En respuesta a esto, Rusia y China están promoviendo una agenda de unificación constructiva. Queremos que la arquitectura de las relaciones internacionales sea justas y democráticas.

- China para nosotros es un socio verdaderamente estratégico y un país con ideas afines. Nuestra cooperación en el escenario internacional está teniendo un efecto estabilizador en la situación global y regional.

- Rusia cree que nuestro diálogo con China basado en la confianza y el respeto mutuo debe ser un ejemplo para otros países, incluidos aquellos que están tratando de desarrollar lazos con Rusia y China sobre principios que no se basan en la igualdad. Esto no es aceptable para Rusia ni para nuestros amigos chinos.

- Continuaremos desarrollando nuestra política exterior de manera constructiva y flexible, mostrando disposición para el compromiso, pero exclusivamente sobre la base del respeto mutuo y el equilibrio de intereses”.

En este interesante vuelco de la historia hay un factor económico que será determinante para la libertad financiera de muchas naciones.

Bueno, ahora ya podemos afirmar qué dirección tomarán Rusia y China en el corto plazo: imposibilitarán que Estados Unidos siga usando el arma de sanciones.

Veamos que dijo Sergei Lavrov.

- “Estados Unidos tiene como objetivo limitar el desarrollo tecnológico de Rusia y China, por lo que los dos países deben fortalecer su independencia”

- «Estados Unidos y otros países occidentales ya no son capaces de utilizar la diplomacia clásica y en estos momentos sólo recurren a una herramienta: las sanciones.

- “Debemos formar una coalición de países lo más amplia posible que se opongan opondrán a esta práctica ilegal. Los riesgos de sanciones de Estados Unidos deben aliviarse cambiando a monedas alternativas y dejando de usar el dólar»

Los observadores y analistas geopolíticos, siempre están buscando señales que con frecuencia se esfuman en medio del farrago noticioso. Esta vez, sin embargo, las señales de Rusia y China no son humo, sino que se nos muestran con un lenguaje claro y directo.

De los últimos días podemos aprender algunas cosas: China y Rusia son amigos y seguirán siendo amigos. Trabajarán juntos para defender sus intereses comunes.

En palabras de Lavrov: “… la arquitectura de las relaciones internacionales debe ser justa, democrática, capaz de garantizar la estabilidad y una amplia interacción de los estados”.

Si esta declaración todavía lo confunden, diremos que en resumen significa que las sanciones se eliminarán como arma y que el petrodólar tiene los meses contados para muchos países que solo usan el dólar como moneda de intercambio internacional.

El reloj está marcando el tiempo de descuento. La única arma restante que tiene Estados Unidos es la OTAN (que, según muchos de nuestros analistas, es un tigre de papel) y la capacidad de usar armas nucleares y convencionales.

No comentaré sobre esto ya que no estoy calificado en este campo. La capacidad del Imperio de hacer daño económico se está reduciendo. Lo más probable es que tengamos un “reinicio económico” diferente, con países que recuperan su poder utilizando sus propias monedas. (Este no será precisamente el “gran reinicio” soñado por el Foro de Davos).

Luego veremos qué pasa con la esfera de las armas. Pueden convertirse en último recurso de una hegemonía mundial en crisis.

Análisis: La alianza agrícola-estratégica entre China y Rusia

Raúl Zibechi

Las alianzas estratégicas no pueden soldarse sobre la base de la competencia, sino de la complementariedad económica y de objetivos de largo alcance. Tener enemigos comunes de alta peligrosidad, contribuye a superar rencores y desconfianzas y a unificar voluntades.

En plena pandemia China le propuso a Rusia crear una "alianza de la industria de la soja", para reforzar los lazos económicos y evitar la gran dependencia que el país asiático tiene de las importaciones de soja de EEUU.

China es el mayor consumidor de soja del mundo y está buscando diversificar los proveedores para no depender de un puñado de países, como Brasil y EEUU. Se sabe que Rusia no puede sustituir a EEUU como su principal proveedor de soja, ya que los suministros rusos representan sólo 1% de las importaciones chinas, aunque el comercio agrícola binacional está creciendo.

Por otro lado, China quiere aumentar la producción de soja y de todos los productos agrícolas para garantizar su seguridad alimentaria. Este es el aspecto principal de su política agrícola, como mencionó el primer ministro Li Keqiang a principios de marzo: "Asegurar que nuestra gente tenga suficiente comida sigue siendo una de las principales prioridades de nuestro gobierno".

Según Li, China ejercerá mayor presión sobre sus regiones para aumentar los rendimientos de granos y aumentar el apoyo a su industria nacional de semillas, para superar las dificultades generadas por la pandemia de COVID-19 en el comercio internacional.

El anteproyecto de política rural anual, conocido como 'Documento No. 1', puso mayor énfasis en la seguridad alimentaria que en años anteriores, instando a todas las provincias a mejorar los rendimientos de grano en los próximos cinco años.

China necesita garantizar la alimentación para una población de 1.400 millones, lo que no le resulta sencillo por la escasez de tierras de calidad y de agua en gran parte de su territorio, lo que genera incertidumbre para el futuro inmediato.

Cinco años atrás el Instituto Internacional de Investigación de Política Alimentaria (IIIPA) señaló que la seguridad alimentaria en China enfrenta presiones que requieren de la acción del gobierno., ya que "la manufactura y los servicios reemplazan a la agricultura como motores económicos, lo cual puede tener un impacto en la seguridad alimentaria".

El estudio apunta que la urbanización y la industrialización han reducido la ya de por sí limitada base de tierras arables. Agrega que China debe "promover la agricultura sostenible", para lo cual "los escasos y degradados recursos naturales requieren de una mayor investigación y desarrollo de prácticas y tecnologías agrícolas más eficientes", dijo Shenggen Fan, director general del IIIPA.

La apuesta de China consiste en la "agricultura inteligente". Un reciente artículo de Global Times, escrito por el presidente de Syngenta Group China, sostiene que el Dragón tiene "el 20% de la población mundial pero solo el 7% de su tierra cultivable", lo que se agrava por "la escasez de buenas tierras agrícolas, así como tensión en el suministro de agua".

Esta situación lleva al gobierno a considerar que "la seguridad alimentaria es la principal agenda agrícola del gobierno". El XIV Plan Quinquenal chino sostiene que "la clave para avanzar en la modernización agrícola radica en el desarrollo de la tecnología".

Para ello defiende mejorar la calidad y la nutrición de los cultivos, enseñar a los agricultores a mantener los rendimientos sin abusar de fertilizantes y pesticidas. La apuesta por la agricultura inteligente incluye la utilización de "imágenes de drones y satélites y modelado de patrones, convirtiendo los teléfonos móviles de los agricultores en herramientas y recursos ambientales inteligentes".

En paralelo, desde 2017 el conglomerado ruso de empresas Cognitive Technologies y la Universidad Federal de los Urales (UrFU) ha puesto en marcha un programa internacional de robotización de la agricultura. El programa pretende aumentar la eficiencia de las compañías agrícolas nacionales "a través del uso de sistemas y tecnologías de inteligencia artificial robóticas".

Se trata de aplicar las nuevas tecnologías ya que "el uso de los sistemas robóticos en la agricultura permite mejorar los procesos de negocio en un promedio de entre el 50 y el 70%, sobre todo gracias a la reducción del consumo de combustible, de las pérdidas de agua y electricidad, y al aumento de la cosecha mediante la reducción de las pérdidas alimenticias (entre un 60 y 80%)".

Las ventas de productos agroindustriales de Rusia registraron cifras récord en 2020, cuando el país está volviendo a ser un gran exportador en ese rubro. El pasado año exportó un 20% más productos agrícolas que en 2019, alcanzando un valor de 30 mil 700 millones de dólares.

Rusia exporta alimentos a 150 países, estando China a la cabeza (13%), seguida de Turquía (10%), y Kazajstán (7%), siendo el 33% de los envíos al exterior de cereales, en su mayoría trigo.

Detrás de la modernización de la agricultura china y rusa, está la competencia con EEUU, país que cuenta con amplios recursos de agua y de tierras cultivables, lo que le permite ser un gran productor y exportador de alimentos. En un período de graves tensiones internacionales, cuando Washington apuesta a la confrontación con sus dos grandes adversarios, la seguridad alimentaria puede jugar un papel determinante.

Siendo el país más vulnerable en ese terreno, China necesita imperiosamente profundizar la alianza estratégica con Rusia, que tiene amplias potencialidades de desarrollo agrícola y una vasta frontera común, para asegurarse los alimentos que no es capaz de producir.

La estabilidad política en un período de crispación y de agudización de las tensiones con EEUU y otros países de la región Asia-Pacífico, sólo puede garantizarse asegurando el nivel de vida la población, pero sobre todo alimentos en cantidad y calidad. En el pasado China sufrió hambrunas, antes y de después de la revolución socialista de 1949, hechos que están en la memoria colectiva del pueblo y pueden jugar un papel destacado en la necesaria cohesión nacional para afrontar uno de los momentos más difíciles de su historia reciente.

El editorial de Global Times del 22 de marzo lo dice de forma transparente: "China y Rusia están fortaleciendo su cooperación estratégica de manera franca, abierta y normal". Lo que le da gran seguridad al gobierno chino en estos difíciles momentos.