"Un ejército sin espías es como un hombre sin ojos y sin oídos"
Chia Lin, citado por el maestro Sun Tzu en "El arte de la guerra"
NURSULTÁN (Sputnik) — El presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokaev, cesó en el cargo a Samat Abish, uno de los sobrinos del exmandatario kazajo, Nurusltán Nazarbáev (1990-2019) y, hasta hoy, subjefe primero del Comité de Seguridad Nacional (CSN).
La orden presidencial no especifica los motivos de la destitución. El 14 de enero, la oficina de prensa del CSN comunicó que Abish continuaba en su puesto, si bien se había tomado las vacaciones anuales a partir del 13 de enero. Abish, de 43 años, ocupó la vicepresidencia del Comité en 2013 y dos años después fue ascendido a vicepresidente primero.
Su antiguo jefe, Karim Masímov (2016-2022) fue destituido el 8 de enero e ingresado en un centro de detención preventiva por un supuesto delito de alta traición. Cinco días más tarde se supo que Masímov es investigado por presunta implicación en una intentona golpista
También fueron detenidos y enjuiciados en el marco de este caso penal dos exvicepresidentes del CSN, Daulet Ergozhin y Anuar Sadikúlov (este último, jefe del Servicio de operaciones especiales A).
La tensión en Kazajistán se disparó a principios de enero, con el estallido de protestas por un alza radical de los precios del combustible en el suroeste del país. Las autoridades cancelaron la subida, pero las protestas se fueron extendiendo a otras zonas, ante todo Almaty, provocando la dimisión del Gobierno y violentos disturbios.
Según la Fiscalía General, la violencia se saldó con al menos 225 muertos y más de 4.350 heridos. Miles de personas fueron detenidas en relación con los disturbios.
El presidente kazajo, Kasim-Yomart Tokaev, solicitó el 5 de enero a la OTSC enviar las fuerzas de paz para atajar lo que calificó como "amenaza terrorista" e intentos de socavar la integridad del Estado. Aquel mismo día aceptó la dimisión del Gobierno en pleno y asumió la jefatura del Consejo de Seguridad Nacional, encabezado hasta entonces por el expresidente Nursultán Nazarbáev (1990-2019).
La organización, que aglutina a Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán, respondió de inmediato a la solicitud y el primer contingente llegó el 6 de enero.
Fue la primera vez que la OTSC, cuyas fuerzas de paz constan de 3.600 personas entre militares, policías y civiles, se implicó de lleno en una misión de mantenimiento de la paz en el territorio y a petición de uno de los países miembros.
La crisis en Kazajistán como oportunidad para afianzar estrategias basadas en el diálogo y la cooperación
Jorge Martín
"He subrayado la importancia de la relación con la UE y el total apoyo a la soberanía, seguridad y estabilidad de Kazajistán, en respeto con los Derechos Humanos y las libertades fundamentales” aseveraba Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, en redes sociales y, del mismo modo, se lo transmitió, a través de videoconferencia y a iniciativa suya, a Kassym-Zhomart Tokayev, presidente del país centroasiático.
Lo hacía tras expresar sus condolencias por la pérdida de vidas humanas que, según el Ministerio de Salud kazajo, ascendió a 164 personas fallecidas, cifra que podría incluir a los dieciséis policías asesinados durante los graves disturbios que sacudieron el país.
Por su parte, “la oficina del presidente de Kazajistán dijo el domingo que la policía detuvo a unas 5.800 personas durante las protestas que se convirtieron en violencia la semana pasada y llevaron a una alianza militar liderada por Rusia a enviar tropas al país” 1.
A pesar de que toda muerte es deplorable y todo acto violento, dramático, las de Kazajistán son cifras que contrastan con las producidas a raíz de las protestas del verano de 2020 en Bielorrusia donde, el 19 de agosto, se contabilizaban tres personas fallecidas “a causa de la represión de las manifestaciones en Minsk y otras ciudades”, según informó el propio Ministerio de Salud del país eslavo, mientras “cerca de 7.000 personas fueron detenidas por los disturbios desatados en el marco de las manifestaciones”, “si bien la mayoría habrían sido liberadas el lunes, 17 de agosto, según informaba la Fiscalía bielorrusa 2.
Así pues, si bien, en Bielorrusia hubo alrededor de 1200 detenidos más que en Kazajistán – prontamente liberados, no obstante – en el país centroasiático, las protestas han producido en torno a 161 muertos más. A pesar de todo, Charles Michel se ha preocupado de asegurar a Tokayev, de parte de la Unión Europea, “el total apoyo a la soberanía, seguridad y estabilidad de Kazajistán”.
En la víspera del día de los Reyes Magos, los medios españoles venían cargados no tanto de regalos, como de noticias y análisis para sus lectores, en los cuales, se incidía en que una de las causas mediatas de las protestas era la “falta de democracia” y la corrupción. Por su parte, la edición en español de Deutsche Welle4 deslizaba que “las protestas espontáneas y no autorizadas son ilegales en Kazajistán, a pesar de una ley aprobada el año anterior para suavizar algunas restricciones en la libertad de reunión”; así pues, el mensaje que, durante esos primeros días, lanzaron los medios de comunicación europeos era claro: los manifestantes eran sufridos ciudadanos de un régimen autoritario que, como ya habían hecho en Ucrania o Bielorrusia, solo pedían más democracia y libertad, así como acabar con la corrupción de un sistema abusivo.
Sin embargo, 164 muertos después de estas publicaciones, la actitud dialogante y apaciguadora de la UE ha cogido a esos mismos medios de comunicación occidentales con el pie cambiado: al fin y al cabo, para las conocidas como “revoluciones de colores”, agencias, redactores y analistas, solo tenían que tirar de “plantilla”, no molestarse en hacer mucho más que un “corta y pega” empleando las recurrentes fórmulas con el objetivo de generar empatía hacia los revoltosos y justificar la caída de gobiernos molestos.
Desde luego, Charles Michel es consciente de “la importancia de la relación (de Kazajistán) con la UE (y viceversa) y de la necesidad de apoyar “la soberanía, seguridad y estabilidad de Kazajistán”, y, por eso, el presidente del Consejo Europeo, se preocupó de llamar al presidente de Kazajistán y asegurarse - en un ambiente “amistoso y cordial” - de que las “perspectivas para el desarrollo de una asociación estratégica entre Kazajstán y la Unión Europea” se mantenían como hasta el estallido de los disturbios. Eso sí, aunque en un significativo tercer lugar, “en respeto con los Derechos Humanos y las libertades fundamentales” [5]
Una actitud que contrasta con la respuesta hosca, virulenta y beligerante articulada por la UE a raíz de las controvertidas elecciones de agosto de 2020 en Bielorrusia, crisis en la que la palabra diálogo fue repetida tanto por el presidente del país6, como por la oposición, pero en la que, finalmente, se impuso la palabra “sanción”. Al iniciarse 2022, en un gesto que nos retrotrae a los tiempos en los que Lukashenko era admirado por los europeos por su labor como mediador – en lo que coincidía con el entonces presidente de Kazajistán, Nazarbayev7 – el presidente bielorruso se dirigió a los manifestantes kazajos para decirles:
“En nombre de los belarusos quiero dirigirme a estos manifestantes (alguien los llama bandidos, allí hay diferentes personas). Simplemente les diría: está bien, hicieron ruido, gritaron, basta. Basta ya. Hay que negociar antes de que sea tarde”8.
No podemos engañarnos: la diplomacia europea tiene abiertos, en la actualidad, muchos y diversos frentes, especialmente con Rusia y, como ocurre en tantos otros escenarios, la economía y las necesidades energéticas mandan; sin embargo, la actitud de la UE, materializada en la iniciativa y las palabras de Charles Michel o en las de Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea (UE) para Política Exterior (el cual expresó a Kazajistán su apoyo para "desescalar" la crisis y lograr la "estabilidad”9, bien podría convertirse en un estímulo para consolidar estrategias más favorables al diálogo, la cooperación y el respeto a todas las sensibilidades e intereses de los países y los pueblos de Europa y del mundo, sin buscar antagonismos, sino convergencias, ya sea en Nursultán o en Minsk.
Notas:
[1] https://www.lavanguardia.com/internacional/20220109/7975896/gobierno-kazajstan-dice-164-personas-murieron-protestas-semana-pasad... 09/01/2022
[7] https://mondiplo.com/bielorrusia-y-kazajistan-en-el-papel-de
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