Los historiadores no están, solamente, para investigar fuentes pasadas y reconstruir la historia que posiblemente pasó, para eso no haría falta una carrera de varios años y un largo aprendizaje en una metodología de investigación. La más importante faceta del historiador es la de ser un pedagogo de la propia historia, de mostrar y narrar los hechos, bucear en las causas y motivos que llevó a la humanidad o a una parte de ella a una situación concreta, y a continuación extraer conclusiones que sirvan de enseñanzas por si se dieran, en el futuro, situaciones similares a las de antaño.
Pero hace mil años surgió en la arenas del desierto del Sahara, en los mismos territorios en los que actualmente se asienta Al-Qaeda en Malí, la mayor amenaza a la que se ha enfrentado la Cristiandad y que en los albores del siglo XXI se vuelve a materializar haciendo peligrar la existencia de la civilización Occidental (heredera de la Cristiana).
Por Rafael Vidal Delgado*
Leer: "Al-Qaeda en el Sahel"
* Coronel de Artillería(R) y Doctor en Historia por la Universidad de Granada