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Dos compañías españolas combaten durante dos días a la insurgencia en el valle de Garmak. Tuvieron que utilizar morteros tipo Cardom

Por Elespiadigital
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infoelespiadigitales/4/4/19
domingo 27 de enero de 2013, 11:49h

Durante la operación “Bold”, Fuerzas Nacionales de Seguridad afganas, apoyadas por fuerzas españolas en Afganistán (ASPFOR XXXII,) han combatido en el valle de Garmak, en la ruta Lithium, entre las localidades de Ludina y Babulai, contra la insurgencia para anular su capacidad de amenazar los núcleos de población en la provincia de Badghis. Los dos días de combates se han saldado con 3 insurgentes muertos, uno herido y un prisionero, además de diverso material inutilizado. No se han registrado bajas en las fuerzas españolas. Este es el parte de guerra habitual de la “misión de paz” española en Afganistán.

Redacción


Durante la operación “Bold”, Fuerzas Nacionales de Seguridad afganas, apoyadas por fuerzas españolas en Afganistán (ASPFOR XXXII,) han combatido en el valle de Garmak, en la ruta Lithium, entre las localidades de Ludina y Babulai, contra la insurgencia para anular su capacidad de amenazar los núcleos de población en la provincia de Badghis. Los dos días de combates se han saldado con 3 insurgentes muertos, uno herido y un prisionero, además de diverso material inutilizado. No se han registrado bajas en las fuerzas españolas. Este es el parte de guerra habitual de la “misión de paz” española en Afganistán.

En las operaciones han participado dos compañías españolas. La operación tenía asimismo por objeto contribuir a mantener la actual situación de seguridad que permita el repliegue de las bases avanzadas de combate (COP), que todavía mantiene España en Afganistán, sobre la base de apoyo provincial (PSB) “Ruy González de Clavijo“, en Qala i Now.

Independientemente de que desde el punto de vista español la operación haya sido un éxito, el Ministerio de Defensa recalca en su comunicado que es aún más importante que las fuerzas afganas lo hayan considerado así también. “La evidencia de su creciente liderazgo en las operaciones,  les llevará a ser autónomos en breve plazo, pasa por la necesidad de conseguir estos éxitos parciales”, dicen los portavoces de Defensa.

La integración de sus planes de fuego con las acciones de los helicópteros de ataque (¿de qué nacionalidad?), la coordinación de movimientos por tierra, la sintonía entre los puestos de mando de distinto nivel y el flujo de información han producido una lógica satisfacción en los jefes de la 3ª Brigada del Ejército afgano y de sus asesores españoles, puesto que ello indica que se están obteniendo los resultados esperados del Ejército Nacional Afgano (ANA), que, al parecer, es ahora el objetivo fundamental de la misión de las tropas españolas en Afganistán.

Durante la operación  se emplearon con  éxito los morteros de nueva adquisición recientemente desplegados por el Ejército español para apoyar el repliegue, reforzando la capacidad de fuego. Con la ASPFOR XXXII, cuyo grueso integra la Brilat “Galicia” VII,   el contingente español ya cuenta sobre el terreno con los morteros de fabricación israelí Cardom, de los que España adquiriera en 2011 seis unidades a la empresa Elbit Systems, por un importe de 8,5 millones de dólares. El Cardom, instalado sobre el vehículo URO Vamtac, es el primer mortero sobre una plataforma ligera del que disponen las tropas españolas. Es capaz de lanzar hasta 12 proyectiles por minuto hasta distancias de 7 kilómetros y con márgenes de error de 20 metros. La velocidad máxima que alcanza  el proyectil es de 330 metros por segundo y el alcance de las granadas es de 6.900 metros.

Hasta ahora las tropas españolas contaban con dos vehículos que incorporaban sistemas de mortero: el Blindado Medio sobre Ruedas (BMR) y el Transporte Oruga Acorazado (TOA). El nuevo sistema ha sido probado en el ET, pruebas que concluyeron el pasado agosto, con resultados satisfactorios. El chasis de los VAMTAC ha sido diseñado para soportar los esfuerzos transmitidos por el mortero durante el fuego, incluyendo un sistema hidroneumático que absorbe la energía que se libera durante el disparo; además, cuenta con unos estabilizadores en la parte trasera que tardan menos de 30 segundos en anclarse en tierra y proporcionan un plus de resistencia al movimiento.