Por Miguel Ángel Ballesteros Martín
A través de un análisis geopolítico el autor nos muestra las ventajas que le aportan a las islas Canarias su posición en el globo, adentrándose en el potencial marítimo, aéreo, turístico y comercial del archipiélago, sin olvidar los aspectos de seguridad.
“En mis tiempos en el campo de la diplomacia, siempre supe cómo juzgar a primera vista a los dirigentes extranjeros a quienes visitaba: de todos ellos, sólo merecían mi respeto los que tenían en su despacho algún tipo de mapa”. Con esta frase, Kissinger nos da una pista de la gran importancia que tiene el enfoque geopolítico a la hora de hacer una correcta evaluación de las estrategias orientadas a favorecer la toma de decisiones en el campo de la política, de la economía, del comercio o de la seguridad.
¿Pero qué es el enfoque geopolítico? En 1899, el geógrafo sueco Kjellen acuñó el término “geopolítica”, como la teoría que nos muestra al Estado como un ser vivo que debía ser analizado con múltiples enfoques, a partir del espacio físico que ocupa. Para este autor, el territorio natural de un Estado es el que le permite vivir en autarquía económica, es decir siendo autosuficiente.
En un mundo globalizado como el actual, donde los mercados y los proveedores de los países, tanto dentro como fuera de sus fronteras, tienen gran importancia; el análisis geoestratégico nos lleva a conclusiones muy diferentes, y la geopolítica se convierte en “una disciplina que persigue la definición de una política basada en el estudio sistemático del escenario geográfico que abarca más allá de las fronteras y que analiza otros factores como los económicos, humanos, sociopolíticos y de seguridad, donde incluimos al militar.
En todo estudio geopolítico tiene especial importancia la posición geográfica que el país o región analizada ocupa en el globo terrestre. Esa posición determina las diferentes regiones geopolíticas a las que pertenece. Entendiendo por región, un territorio delimitado y continuo, en el que los mares, más que separar, son una vía de comunicación.
La región geopolítica es un territorio donde hay interacción entre sus partes, aunque en unas ocasiones sea de competencia y en otras de complementariedad. Es un territorio con un grado de organización interna (entropía), donde lo que ocurre en una parte de la región tiene consecuencias en el resto, donde hay áreas de transición y discontinuidades. Todas estas características no implican necesariamente una unidad política, ni tampoco la solidaridad económica.
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Fuente: IEEE