Que se prostituya el lenguaje, se ningunee el protagonismo catalán en la arquitectura de España en aras del nacionalismo del victimismo, la quimera y la ensoñación, no es sino una falsificación histórica, y a pesar de las manipulaciones, Cataluña ha figurado siempre como protagonista consciente y voluntario en las grandes empresas que han ido definiendo España a lo largo de la historia desde nuestro albores, pues ellos fueron los primeros a los que se denominó espaniae, españoles, en los albores del condado barcelonés.
Por José Antonio Crespo-Francés
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