
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, declaró este fin de semana que todavía se encuentran evaluando quién estuvo detrás de un reciente ataque con misiles contra una base aérea estadounidense en Irak, pero aseguró que Washington podrá atacar nuevamente en cualquier momento mientras mantienen su atención centrada en Irán.
Al menos 10 misiles cayeron el miércoles sobre la base aérea de Ain al Asad, que alberga tropas estadounidenses de la coalición, así como fuerzas iraquíes. Aunque se informó que el incidente no causó pérdidas significativas, un contratista de EE.UU. presente en las instalaciones sufrió un infarto durante la embestida y posteriormente, falleció.
La ofensiva se produjo después de que el presidente Joe Biden ordenara un bombardeo contra objetivos de las milicias respaldadas por Irán en Siria, en respuesta a un ataque anterior con cohetes contra objetivos del país norteamericano en Irak.
"Siempre responsabilizaremos a las personas por sus actos", afirmó Austin durante una entrevista a ABC News, enfatizando el legítimo derecho de "proteger" a sus tropas. Si EE.UU. decide tomar represalias, lo hará "en el momento y lugar que elija", subrayó.
Asimismo, afirmó que Teherán "es plenamente capaz de evaluar" y sacar sus propias conclusiones sobre las intenciones de un ataque aéreo estadounidense, señalando que la nación persa es el principal patrocinador de las milicias chiitas, a pesar de que todavía no se ha comprobado la participación de este grupo en los bombardeos. La República Islámica debe "elegir hacer las cosas correctas", agregó Austin.
Días atrás, desde el Ministerio de Exteriores de Irán condenaron enérgicamente la ofensiva de EE.UU. a Siria tachándola de acción "agresiva e ilegal" que representa una "clara violación de la soberanía e integridad territorial y una violación del derecho internacional", lo que podría agudizar el conflicto militar y desestabilizar aún más la región.
Drones iraníes revelan mentiras de Israel sobre su barco detonado
Tras acusaciones de Israel contra Irán por ataque a uno de sus barcos en mar de Omán, vídeos captados por drones iraníes revelan que la nao no fue atacada.
Se trata de varios videos que recogen la explosión del barco MV Helios Ray, de propiedad israelí, captados por aviones no tripulados (drones) de la República Islámica de Irán, que han sido dados a conocer este domingo por la cadena libanesa Al-Mayadeen y en los que se aprecia claramente que la embarcación en cuestión implosionó y en ningún momento fue blanco de un ataque exterior.
El pasado 27 de febrero, el referido barco israelí de carga anunció que su travesía se vio interrumpida por una explosión mientras se encontraba en el mar de Omán. Pese a que en el suceso la tripulación no resultó herida, sí se reportaron daños materiales.
Después de conocerse lo sucedido, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, acusó a Irán, sin ninguna prueba para ello, de estar detrás del incidente. Teherán, a modo de respuesta, aseguró que no solo rechazaba en duros términos tal imputación, sino que estaba “monitoreando todas las actuaciones llevadas a cabo por este régimen en los últimos meses”, y aclaró que “responderá a su debido tiempo si algo ocurriese”.
A este respecto, un funcionario iraní ha afirmado esta misma jornada, a Al-Mayadeen, que las afirmaciones de Netanyahu eran sospechosas y que el premier israelí está tratando de suscitar una nueva crisis en la región.
De igual modo, ha aseverado que no existe razón alguna para que Irán lanzase una operación contra el barco del régimen israelí, para luego indicar que no es la primera vez que una embarcación del régimen de Tel Aviv se adentra en aguas del Golfo Pérsico.
El sábado, el representante permanente de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Mayid Tajt Ravanchi, mediante una carta dirigida el viernes a António Guterres, secretario general de dicho ente internacional, avisó de las consecuencias que se podrían derivar de cualquier posible error de cálculo de Israel por la explosión de uno de sus barcos en el mar de Omán.
Conforme a la misiva, el mencionado incidente cumple todas las características de “una complicada operación de falsa bandera, llevada a cabo por actores que persiguen las políticas malignas [de Israel] y buscan avanzar en sus objetivos ilegítimos”.