Desde hace más de un siglo se han multiplicado los “incidentes” que han servido para “legitimar” la agresión de las potencias imperialistas contra otros países. Los españoles los sufrimos con el “hundimiento del Maine” que “justificó” la intervención militar de Estados Unidos contra nuestro país en Cuba y Filipinas. El “hundimiento del Lusitania” sirvió para que. de nuevo Estados Unidos, entrara en la I Guerra Mundial y el bombardeo de Pearl Harbour para su participación en la II Guerra Mundial. También se puede recordar el “incidente de Tonkin”, que significó la escalada en la guerra de Vietnam, o la matanza del mercado de Sarajevo en la antigua Yugoslavia. El 11-S sirvió para desatar los ataques a Afganistán e Irak. Más recientemente, las llamadas “revoluciones naranjas o verdes” han justificado cambios de regímenes en el Este de Europa o en el mundo árabe con intervención de las mismas potencias. En la guerra que actualmente asola Siria, volvemos a encontrar un nuevo casus belli, la “matanza de Hula”, de tan oscuros orígenes como todos los “incidentes” señalados, que ha servido para legitimar ante la opinión pública mundial la intervención militar en el país árabe, justificar condenas, bloqueos y embargos, y armar, entrenar y apoyar a un ejército mercenario que, repitiendo el guión llevado a cabo en Libia, pretende sustituir el régimen socialista del Baas sirio por un nuevo Estado islamista... con el curioso apoyo de Estados Unidos e Israel.
Por Alfredo Embid
Por Alfredo Embid
Desde hace más de un siglo se han multiplicado los “incidentes” que han servido para “legitimar” la agresión de las potencias imperialistas contra otros países. Los españoles los sufrimos con el “hundimiento del Maine” que “justificó” la intervención militar de Estados Unidos contra nuestro país en Cuba y Filipinas. El “hundimiento del Lusitania” sirvió para que. de nuevo Estados Unidos, entrara en la I Guerra Mundial y el bombardeo de Pearl Harbour para su participación en la II Guerra Mundial. También se puede recordar el “incidente de Tonkin”, que significó la escalada en la guerra de Vietnam, o la matanza del mercado de Sarajevo en la antigua Yugoslavia. El 11-S sirvió para desatar los ataques a Afganistán e Irak. Más recientemente, las llamadas “revoluciones naranjas o verdes” han justificado cambios de regímenes en el Este de Europa o en el mundo árabe con intervención de las mismas potencias.
En la guerra que actualmente asola Siria, volvemos a encontrar un nuevo casus belli, la “matanza de Hula”, de tan oscuros orígenes como todos los “incidentes” señalados, que ha servido para legitimar ante la opinión pública mundial la intervención militar en el país árabe, justificar condenas, bloqueos y embargos, y armar, entrenar y apoyar a un ejército mercenario que, repitiendo el guión llevado a cabo en Libia, pretende sustituir el régimen socialista del Baas sirio por un nuevo Estado islamista... con el curioso apoyo de Estados Unidos e Israel.
El autor del informe adjunto (titulado “La matanza de Hula: Un ‘Pearl Harbour’ montado para ‘legitimar’ la agresión a Siria”), Alfredo Embid, es coordinador de la CIAR. CIAR son actualmente las siglas de Colectivo de Investigación sobre las Armas Radiactivas. Fue creado por la Asociación de Medicinas Complementarias (AMC) ante el grave atentado que suponen las nuevas guerras radiactivas (Iraq, Afganistán, Yugoslavia) y las que se preparan. Aparte de los boletines de la CIAR, se han publicado numerosos artículos sobre este tema incluidos en los apartados de medicina medioambiental, cáncer o derecho de la revista de Medicina Holística/ Medicinas Complementarias, editada por la AMC.
La matanza de Hula: Un ‘Pearl Harbour’ montado para ‘legitimar’ la agresión a Siria